sábado, 2 de febrero de 2013

Turquía, modernidad y tradiciones...

Si bien encontramos una Turquía moderna, sobre todo en Estambul, también vimos como diferentes tradiciones de años y años siguen en pie. Pese a los grande esfuerzos de Mustafá Kemal Ataturk, un ex presidente de Turquía, por europeizar al país, los llamados para rezar en las miles de mezquitas resuenan a toda hora, los mercados de especias, lámparas y demás ahogan entre el desorden y los gritos, los cientos y cientos de pescadores colman los puentes en plena ciudad.  

Recorriendo las distintas ciudades se pueden observar cientos de homenajes a Ataturk quien luchó por la independencia Turca y es recordado por establecer un gobierno laico, otorgar diferentes derechos negados a las mujeres del país, entre ellos el derecho a votar. Este ilustre personaje se esmeró para convertir al país en algo más parecido a Europa. Afortunadamente no lo logró del todo y es por ello que el país es una interesante mezcla de culturas europeas y turcas además de estar dividido entre los continentes de Europa y Asia, aunque la parte asiática es muchísimo más grande.


Estambul

Nos hospedamos en la casa de Can quien nos ofreció su hogar brindándonos información sobre la cultura y los lugares de Turquía, además de deliciosas comidas, junto con su compañero de apartamento, Idris, y su amiga que los visitaba por esos días, Özge.


Esta ciudad sin dudas es un claro ejemplo del mix de culturas que existen en Turquía. Uno puede pasear por zonas modernas y de características algo europeas y de repente encontrarse rodeado por monstruosas y fastuosas mezquitas. Cuatro mares son los que rodean a Turquia: Mar Mediterraneo, Mar de Marmara, Mar Negro y Mar Egeo y una ria divide a la ciudad entre Europa y Asia. El olor a pescado abunda cerca de la ria, algunos puestos de comida ofrecen pescado frito inundando del penetrante aroma mientras una cantidad incontable de hombres pescan sobre los puentes contribuyendo a que el olor a pescado frito con el de pescado fresco te lleve a no querer probar un bocado de aquello.


Si bien la religión predominante es la musulmana se puede ver mujeres por todos lados sin velo que las cubra y usando ropas ajustadas aunque su religión sea el Islam. Claro que también hay mujeres que usan velo y ropas más holgadas, sobre todo las de mayor edad.

Por dos días compartimos nuestro recorrido por Estambul con Mohamad, nuestro amigo estadounidense aunque de ascendencia libanesa y palestina que conocimos unos meses atrás en Marruecos. Como él también es musulmán pudimos sacarnos algunas dudas sobre la religión y compartir experiencias.

Los tres fuimos al Palacio de Topkapi que fue residencia de sultanes y donde pudimos observar en vivo y directo la hermosura arquitectónica y el exquisito gusto por el lujo que en esa época tenían. Es imposible describir con claras palabras la belleza de las ropas y joyas que en el museo se exponen. Los tronos de los sultanes tienen incrustaciones de piedras preciosas, las espadas y cuchillos llevan desde esmeraldas, diamantes y rubíes hasta oro.


También fuimos a una torre desde donde se puede apreciar toda la ciudad mientras atardecía. El llamado desde las mezquitas de los Imanes resonaba en toda la ciudad como una melodía que llega a ponerte la piel de gallina y la vista del lugar vistiéndose de noche fue deslumbrante.



Mientras caminamos por las calles de esta impactante ciudad no pudimos dejar de probar sus riquísimas baklavas (postre turco a base de masa, azúcar y nueces) y el Salep que es una bebida que se elabora con harina de orquídeas y es extremadamente deliciosa. Mohamed fue para nosotros la perfecta compañía, tranquilo aunque divertido y extremadamente agradable. Despedirnos nos dio un poquito de tristeza aunque estamos seguros de que en algún momento nos reencontraremos.



Como sabía que a Mohamed le gustaba la salsa y además tal vez fuera a visitar Argentina y se hospedara en la casa de mi familia, decidí mandarle un video de mi hermana más chica Marcia que baila salsa como ninguna. Yo ya había visto ese video una cantidad innumerable de veces pero decidí verlo una vez más. Mientras el Tata se reía por volver a escuchar una vez más la música del video yo me deleitaba recordando a mi dulce hermanita 10 años menor que yo. Sin dudas el cariño que por ella siento es especial y me duele profundo en el corazón tener que extrañarla tanto.

Nuestra partida de Estambul se acercaba y la noche antes de salir con rumbo a Izmir nos despedimos de estas tres maravillosas personas que no tuvieron más que buenas intenciones, acciones y sentimientos para con nosotros. Özge, la amiga de Can, nos insistió una y otra vez para que fuéramos a su casa aunque ya nos quedaba un poco lejos del itinerario y tuvimos que rechazarla.

Izmir

Sin dudas una gran ciudad y con una costanera muy bella donde se puede dar un paseo muy largo disponiendo de tiempo. Los restaurantes son abundantes en esta zona y por la noche lucen bellamente iluminados.

Si bien, y definitivamente, las grandes ciudades no son lo mío Izmir resulta interesante pero, a mi parecer, sólo por un día.  No sé cuantos kilómetros caminamos para recorrer el castillo en la cima de la ciudad totalmente en subida, las ruinas greco-romanas y casi toda la costanera. Supongo que deben haber sido más de 10 km.





El hotel donde nos hospedamos era económico pero muy limpio y lo mejor era que el personal del lugar no podía ser más amables de lo que fueron con nosotros dos. El último día cuando salíamos hacia Pamukkale nos regalaron una cajita de caramelos turcos que son como una especie de “gomita” y por cierto extremadamente feos, con un gusto a jabón que espanta! Aunque la actitud sin dudas fue hermosa.

Éfeso

Desde Izmir llegamos en tren a esta pequeña ciudad para visitar las ruinas con características greco-romanas y donde en algún momento se refugió Cleopatra de la mano de Alejandro Magno.

El territorio donde se emplaza esta bella ciudad es enorme y en ella se pueden ver diferentes edificios y espacios sumamente atractivos. Uno de los más hermosos es la Biblioteca de Celso con una facha más que impactante y decorada con relieves y estatuas.



Una de las cosas que más nos llamó la atención es la zona donde se encuentran los baños donde los pobladores se relajaban y se dedicaban a hacer sociales. Allí mismo hay unas viejas letrinas de miles de años dispuestas una al lado de la otra en forma de un largo banco con varios agujeros donde la gente se sentaba tranquilamente a hacer lo suyo.


Pamukkale

Sinceramente no encuentro palabras para describir este mágico lugar. Parece como si estuvieras sumergido en un cuento de ciencia ficción.

Mientras se camina por un camino de tierra de repente uno se encuentra al borde de un cerro que parece estar completamente cubierto de nieve. Después de sacarnos las zapatillas, ya que no está permitido caminar con ellos por el lugar, empezamos a caminar por esa superficie blanca que en realidad no es nieve sino una inmensa solidificación de calcio y bicarbonato. Mientras subíamos íbamos descubriendo diferentes piletones con agua, en un principio frio y después caliente. Al llegar  a la cima obtuvimos una vista panorámica de todas las piletas de un blanco pulcro que se disponían de manera escalonada y de fondo, como si esto fuera poco, las montañas nevadas. Estar en este sitio te quita el aliento y uno no puede dejar de observarlo por horas y horas. El cielo se refleja en las transparentes aguas mientras que el blanco refleja los rayos del sol. Afortunadamente nos tocó un día soleado asi que pudimos disfrutar del lugar como éste se merecía. La traducción de pamukkale es “castillo de algodón” y uno fácilmente puede darse cuenta el porqué del nombre. Dentro del complejo se encuentran las ruinas de una magnífica ciudad romana que dejamos para recorrer al día siguiente mientras que decidimos tomar un relajante baño en la Piscina de Cleopatra.




En Turquía era invierno y nadie se animaba a meterse a la piscina asi que fuimos los únicos en tomar coraje y sacarnos la ropa a la intemperie y meternos casi corriendo a las cálidas aguas mientras un grupo de chinos, japoneses o coreanos (todavía no los distingo bien) aplaudían y ovacionaban nuestra audacia. Toda la piscina era nuestra y si hubiéramos ido en pleno verano no hubiéramos podido ni movernos por la cantidad de gente que nada en el lugar. Pasando debajo de un puente se puede acceder a otra zona de la piscina donde uno nada literalmente sobre historia. Grandes bloques de edificios, columnas y sus bases yacen en el fondo.

Lamentablemente el día siguiente no pudimos volver a las ruinas de Hierápolis porque llovió todo el día.

Capodoccia

Nos hospedamos en un  pequeño hotel en Göreme que es una de las ciudades de la zona de Capodoccia. Viajamos todo una noche en bus para poder llegar al lugar. Lamentablemente los buses de todos los países y ciudades que hemos visitado son bastante incómodos y nada tienen que ver con los increíbles buses de Argentina a los que estamos acostumbrados. Tratar de dormir en cualquiera de estos colectivos es prácticamente imposible. Con todo el cansancio encima por la pésima noche que pasamos llegamos a una terminal donde debíamos esperar una hora para que nos llevaran hasta Göreme. Por supuesto que no sabíamos nada que debíamos esperar en esta ciudad para que nos trasladaran a otra, y es que los turcos pareciera que tratan de arreglarte la vida a su manera sin pedirte opinión. Si vas a cenar a un restaurante es muy común que el mozo te acomode los cubiertos o el vaso de acuerdo a su esquema de disposición cuando uno ya ha empezado a comer o que te vendan un pasaje con algunos trasbordos que no te informaron. Lo importante es que llegaras a destino, el resto te lo organizan ellos y te vas enterando en el camino.

Al fin en Göreme entramos a nuestro hotel listos para hacer el check in. El dueño del lugar nos recibió muy atentamente y nos dijo que el costo de la habitación que habíamos reservado era de 75 euros a lo que contestamos que estaba equivocado y que la que habíamos reservado salía 60 euros por 3 noches. Entonces él nos dijo que teníamos razón pero que esa habitación sólo tenía baño compartido y las camas estaban separadas, que podíamos ir a la de 75 que tenía cama matrimonial y baño privado. Como me he tomado bastante en serio la importancia de ahorrar durante el viaje, y por ello el Tata se me rie continuamente, le dije que no y que estaría bien la de 60. El hombre se quedó callado un rato y al final nos dijo que podíamos ir a la habitación de 75 pero pagando 60. Y es que supusimos que el cuarto de 60 no lo tenía disponible y sólo quiso “tirarse el lance” para ver si pagábamos la de 75. Por una vez las cosas nos salieron bien y nos dimos cuenta una vez más que por más amable que sean algunas personas, si se trata de negocios siempre van a querer sacar provecho.

El día estaba hermoso y decidimos salir a caminar por más que estábamos ya bastante cansados.  Hicimos una ruta que recorría varios valles dentro de la zona. Caminamos durante unas 3 horas para recorrer los más hermosos paisajes. Las formaciones rocosas van de los blancos a los naranjas y algunos pequeños cerros toman la forma de copos de merengue con ventanas y puertas donde habitaron hace miles de años familias y en la actualidad es todavía muy común ver algunas casas dentro de estas rocas. Otras toman forma de chimeneas y algunas simplemente parecen crema de leche esparcida sobre el suelo. La sensación de pasear entre esas extrañas formas y entre algunas casas de roca que parecían habitadas pero nunca vimos ni a una sola persona en los valles, era algo misteriosa.





Al día siguiente nos fuimos en tour para recorrer algunas partes más alejadas de Capodoccia. La minivan estaba repleta de coreanos, japoneses y chinos y, como también pudimos ver el resto de los días por las calles de la ciudad, la mayoría de los turistas en Turquía son de estos países. El paseo duró casi todo el día y entramos a una ciudad subterránea donde  se estima que la habitaban unas 5.000 personas. Los niveles eran 8 y se podía descender por estrechos túneles que te iban llevando desde la zona de la cocina, las habitaciones, la iglesia y el establo. Era fascinante nadar por esa ciudad de miles de años de antigüedad donde variadas culturas pasaron como los Hititas, el imperio Otomano y Bizantino y los Romanos.

Una de las cosas que más disfrutamos del tour fue cuando llegamos a un gran cañón por el que pasa un río y entramos a una de las cuevas y dentro de ella existe una capilla donde aún se pueden apreciar frescos de la época cristiana en el lugar. También fuimos a una ciudad construida en la cima de un cerro donde un sin número de cuevas dan lugar a diferentes edificios como casas, templo, iglesias y miradores. La decoración interna de estas cuevas debe haber sido fabulosa. Existen en la actualidad algunos restos de pinturas y dibujos algo borrosos. En algunos edificios hay columnas y poseen varios pisos dentro de ellos. Según nos contó el guía en el lugar fue inspiración para garbar parte de la famosísima película de Star Wars. Digo inspiración porque sólo se pudieron sacar fotos del lugar y no filmar en él porque al gobierno del momento no le interesaba hacerlo.






El tercer día en Göreme amaneció nevando pero por suerte ya habíamos visto lo más importante del lugar. Mientras la nevada hacía una pausa con la aparición de un intenso sol, salimos a almorzar y en el transcurso de menos de 45 minutos, que fue lo que duró la comida, salió el sol, se cerró por completo el cielo y nevó como nunca había visto, volvió a salir el sol y nuevamente la nieve se apoderó del lugar.

Ya casi estamos en la última etapa del viaje, sólo unos 3 meses restan para terminarlo. Claro que es momento de empezar a hacer algunos balances y algo de lo que hemos estado pensando es en la cantidad inmensurable de elogios y cariño que hemos recibido, tanto que a veces no nos creemos merecedores. Pero estoy segura que es parte del camino aprender a recibir sin que eso pueda incomodarte o pensar que estas en deuda. Todo es un círculo y lo que se da regresa. Tal vez no le devuelvas a la misma persona que te dio ni recibas de la misma persona a la que le diste, pero sin dudas vivimos en un circuito de dar y recibir sin importar de quien o a quien.

Más fotos en www.facebook.com/tonatatatour

4 comentarios:

  1. Hermosa la descripcion, me quede con muchisimas ganas de conocer ese lugar amiga! Claro que tienen que estar abiertos a recibir, estamos muy acostumbrados al intercambio, pero uno tiene que estar abierto siempre al DAR y tambien sentirse merecedor de RECIBIR. Estoy seguro que ambos merecen y mucho! recibir recibir y recibir, y ya llegara el momento de dar, por ahora relax q si el Universo esta dando, se llenara su cuenco y volcaran todo eso en alguien, o alguienes en un futuro!!!! TE QUIERO AMIGA!!!! Javi

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    1. Gracias amigo por seguir siempre mis paso y estar siempre a mi lado...
      Te quiero muchísimo!!!
      Un besote!

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  2. Despues de haber leido todos los relatos de cada pais por el que han pasado,de saber que así como recibieron mucho cariño, tambien recibieron sinsabores por parte de gente que pretendió engañarlos, siento que el balance es claramente favorable por la cantidad y la calidad de amigos que han logrado acumular a travez de este largo y hermoso viaje. En este último podemos sumar a la larga lista los nombres de estos tres chicos con los que estuvieron parando y tuvieron la posibilidad de informarse sobre la historia y costumbres de este pais.
    Este conocimiento hace que el relato sea riquísimo en su contenido.
    Muchos besos y a seguir escribiendo.

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    1. Vamos a tener muchas cosas para charlar en Diciembre!!! Muchos momentos para compartir con ustedes quienes forman parte de las personas en las que más pensamos y extrañamos.
      Un beso!

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